Una breve historia sobre la banda
de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
La historia redonda comienza en el circuito under de la ciudad de La Plata (Capital de la
provincia de Buenos Aires) a fines de la década del ‘70. No se trataba sólo de una banda de rock, la troupe redonda
estaba conformada además por cinco bailarinas, payasos, la manager y directora artística, el artesano y dibujante encargado
de la puesta en escena y estética de la banda, Sergio Rocambole Cohen; el cocinero encargado de repartir antes de cada recital
los famosos buñuelos de ricota y el "maestro de ceremonias" Sergio "Mufercho" Martínez.
Skay Belinson (guitarra), Beto Verni (guitarra), Basilio Rodrigo (guitarra), Fenton (bajo),
Bernardo Rubaja (órgano), Chirola (batería), Ventura (percusión), Carlos “Indio” Solari (voz), Ricky Rodrigo (violín)
y Carmen “La Negra Poly (por polilla)” Castro (manager y directora artística) integraron las primeras formaciones
del grupo. También transitaron esporádicamente por la banda en esos años: Gabriel Migoya (batería), Néstor Madrid (bajo) y
Gabriel Jolivet (guitarra).
El nombre de la banda, un misterio, hay versiones que aseguran que encontraron una receta
para hacer “Redonditos de Ricota” de una tal Patricia Rey. El título era algo así como “PATRICIA REY Y SUS
REDONDITOS DE RICOTA”. Pero son mitos, cosas que se dicen, en todo caso será siempre un enigma.
Debutaron oficialmente
en el Teatro de Arte y Música de La Plata y siguieron tocando en pequeños reductos. Durante el mes de mayo de 1978 realizaron
una serie de conciertos en el Teatro Lozano de La Plata (los famosos Lozanazos) que fueron un éxito. Éste mismo año deciden
mudarse a la Capital Federal.
Algunos de los primeros temas que ya tocaban por esos días eran "Un tal Brigitte Bardot",
"Mariposa Pontiac", "El gordo Tramposo", "Maldición va a ser un día hermoso", "Mi perro Dinamita", "Honolulu", "Blues del
noticiero", "Algo escandaloso sucedió en el bazar Wakeman y Fripp", "La chica de la cafetería", "Rock 18" y "La Hidromedusa".
Muchos
de ellos fueron editados muchos años después y otros jamás llegaron a ver la luz. Sin embargo siempre hubo alrededor de los
Redonditos una enorme cantidad de discos piratas con temas inéditos
Entre 1979 y 1980 casi no tocaban. Los pilares de la
banda: Skay y Poly estaban viviendo en Mar del Plata y el Indio Solari en Valeria del Mar.
Los Redonditos siempre se mantuvieron alejados de la prensa, es así que su difusión era
con volantes, pintadas callejeras y de boca en boca. Así y todo cuando alcanzaron popularidad en el under eran los preferidos,
los mimados de los medios.
Es paradójico pero resultó una buena forma de publicitarse el hecho de no dar entrevistas ni
informar a la prensa sobre sus actividades.
En 1981 se presentan en Capital Federal compartiendo cartel con Manal y Celeste Carballo
en un recital ofrecido por el Banco Provincia. Siguen tocando en pubs como Stud Free, Látex, Prix D`Ami y Einstein entre otros,
donde conocieron a Luca Prodan, cantante y lider de la banda Sumo que también estaba en su apogeo.
El Indio siempre tuvo algunas mañas. Tenía una política un poco aprensiva con respecto a
dar notas, compartir escenarios o tocar de día, él decía “solos y de noche”. Es así que muchas veces Skay tenía
que remplazarlo en la voz y, hasta alguna vez recibieron la ayuda, a pedido de la negra Poly, de Luca Prodan y Roberto Pettinato
(Sumo) en un recital ya histórico organizado por el Club Gimnasia y Esgrima de La Plata donde interpretaron temas como "Nene
nena", "Mejor no hablar de ciertas cosas", "Para Monona blues", "El blues de la libertad" y "Criminal mambo"
En 1982 graban los primeros demos en estudios profesionales bajo el sello RCA. "Nene, nena",
"Mariposa Pontiac", "Superlógico" y "Pura suerte" fueron los temas que alcanzaron difusión en las FM porteñas que también
crecieron en número en los ‘80.
Más tarde comienzan su primer gira a nivel nacional. Fue durante ésta gira cuando la desgracia
le da un golpe fuerte a la banda: en un viaje de Salta a Jujuy falleció su nuevo guitarrista, Ricardo Meyer, en un accidente
automovilístico.
El debut oficial en Capital Federal fue en el Centro de Artes y Música (ex El Periscopio).
Tenían anunciadas dos funciones pero sólo se realizó una, ya que los dueños del lugar cancelaron la segunda gracias a la “inmoral”
conducta del ballet ricotero que se presentó en pequeños trajes de baño transparentes.
Poco a poco la banda se fue dedicando más a la música dejando de lado las otras betas artísticas
de la agrupación y los ricos buñuelos de ricota que no alcanzaban para el creciente público ricotero.
En enero de 1982
tocan a beneficio de la revista Pan Caliente compartiendo escenario con León Gieco, Litto Nebbia, Celeste Carballo, La Fuente
y Los Abuelos de la Nada. Esa noche tuvieron un problemita con la policía: -¡Bajan ustedes o subimos nosotros! les gritaba
a los redondos un oficial al ver a Monona, integrante de la banda, en paños menores transparentes sobre el escenario.
Ese mismo año graban un demo en un sello independiente y empiezan a tener difusión en las
radios. En setiembre del ‘82 tocan en Margarita Xirgu compartiendo escenario con Celeste Carballo y las Bay Biscuits,
un trío que andaba muy bien por esos días, conformado por Vivi Tellas, Fabiana Cantilo e Isabel de Sebastián.
En diciembre de 1983 se presentaron en el Teatro Bambalinas junto al Trío Fontova y Los
Twist.
La banda sufre algunos cambios y queda integrada por: el Indio en voz, Skay en guitarra,
Gonzo Palacios en saxo, Ale Pensa en batería, Rodolfo Gorosito en guitarra y Laura Hutton en los coros. Hacen presentaciones
en Zero, La Esquina del Sol y otra muy especial, con Skay en la voz (no olviden, según el Indio, “solos y de noche”),
en Parque Lezama adhiriendoce al reclamo por los derechos humanos.
No siempre fueron la banda inmutable en su formación que pueden recordar los fanáticos más
recientes.
En 1984 se vieron obligados a tocar con una batería electrónica, porque el batero no percibía su paga.
Desertan
Pensa, Gorosito, Hutton y el Gonzo Palacios quien estaba muy comprometido con Los Twist.
Se integran a la banda el Piojo
Avalos (batería), Tito D'Aviero (guitarra) y el fugaz Willy Crook (saxo).
Incorporan temas como "El regreso de Mao", "La
bestia Pop", Ñam fri fur fi fali fru", "Te voy a atornillar", "Barbazul vs. el amor letal", y "Rodando".
A fines del ’84 graban su álbum debut, “Gulp”, un gran disco que marca
un antes y un después en la historia de nuestro rock y que comienza una zaga de álbunes que hasta el más escéptico que los
haya escuchado; el más ajeno a la banda, jamás podrá olvidar.
Éste álbum fue grabado en el estudio de Lito Vitale quién
fue el músico invitado con sus prodigiosos teclados.
El arte de tapa y hasta la impresión de éste álbum independiente estuvo a cargo de Rocambole
como lo siguió estando siempre. Los Redondos, incluida la Negra Poly, se encargaron personalmente de la distribución de los
discos, y, de ésta manera, fueron pocas las disquerías que tuvieron a los Redondos en sus bateas y que se encontraron rápidamente
con el stock de Gulp agotado.
De aquí en más la banda fue creciendo día a día hasta lograr una popularidad que escapa
a cualquier pronóstico y a cualquier precedente. Se convirtió en un verdadero fenómeno social, un río correntoso que no puede
ser calificado, que repele cualquier tipo de rótulo en una pasión que sólo puede ser comparada con la de un hincha de fútbol.
Podríamos hablar del sonido, de la técnica, de las influencias, de la poesía entreverada
y directa a la vez. ¿Podríamos?
No podemos encasillar a Patricio Rey en éstas banalidades, los Redondos no hacen sólo Rock
and Roll, ellos son la bandera siempre flameante de un sector populoso de nuestra sociedad; como dijimos anteriormente son
un verdadero fenómeno social, un mundo aparte, redondo y de ricota.
El 23 de agosto de 1985 hacen en Cemento la presentación de Gulp con localidades agotadas.
1986 los sigue disparando hacia arriba. Los viejos puntos de encuentro entre Redonditos
y Ricoteros ya no pueden contener a la creciente “hinchada redonda”. Tocar en el circuito chico comienza a ser
más bien un problema.
Continúan con presentaciones en Prix D’Ami, La Capilla y el regreso a Palladium que
se convirtió en el lugar habitual de encuentro entre los Redondos y sus fanáticos hasta fin de año.
En 1986 se meten de lleno en los estudios Panda para grabar ese álbum que, en lo personal,
es uno de los mejores sino el mejor, “Oktubre”. Desde el arte visual, siempre a cargo de Rocambole, nos encontramos
con una imagen y unos colores que nos recuerdan a la gráfica comunista de principios del siglo pasado.
Los invitados del
álbum: Daniel Melero en los teclados y Claudio Cornelio en la percusión.
Oktubre es, a mi juicio, es el Gran Disco, la pieza que no puede ser remplazada de un verdadero
“Rompecabezas”. Un álbum que sale de lo esperado. Unas quitarras con mucha fuerza, una voz, la del Indio, con
registro muy bajo y algunos altos sólo en ocasiones indispensables.
Pequeño en cuanto a cantidad, pero gigante en su contenido
por ese puñado de canciones que se rebalsan en poesía sin desperdicio. Creo que nadie puede negarlo cuando escucha por ejemplo
"Motor Psico", "Preso en mi ciudad" o "Ji Ji Ji".
Éste nuevo álbum, también editado en forma independiente, lo presentaron en octubre con
dos conciertos en Palladium para 1200 ricoteros con Andrés Teochardis en los teclados como invitado.
Ya en Palladium se vislumbra el nuevo y definitivo himno para los abanderados ricoteros:
“Ji ji ji” quien desplazaría a “La bestia pop”.
Corría octubre todavía y giraba Oktubre también, cuando desertan Tito Fargo Daviero y Piojo
Ávalos. A pesar de ello la banda no tambalea, sus cimientos, Skay/Solari/Poly estaban intactos. En 1987 se incorpora Walter
Sidotti en la batería (ex Los Argentinos) y Tito Fargo Daviero no sería remplazado.
Siguieron con una presentación en el Parakultural ya con Walter y sin Tito Fargo ni Piojo
Ávalos.
Ya con una sola guitarra se ven obligados a componer otro tipo de material. Éstas nuevas
canciones las adelantarían en recitales en El Coliseo Podesta de La Plata, en el infaltable Palladium, en el regreso con gloria
al Bambalinas y en Cemento que fue el marco de la despedida de, el hasta entonces saxofonista, Willy Crook (quien se incorporó
a “Los Abuelos de la nada”) y la bienvenida a Sergio Dawi quien lo remplazaría. Así queda conformada la formación
más estable y recordada de la banda.
Éste material compuesto entre fines del ‘86 y comienzos del ‘87 formó
parte del tercer disco: “Un baión para el ojo idiota”
Para grabar “Un baión para el ojo idiota” se internaron otra vez en los estudios
Panda con Lito Vitale en el piano y el Gonzo Palacios en el saxo. Publicado por Del Cielito Records y distribuido por DBN.
Es
el disco donde más se lucen las dotes vocales de Solari... “aquella solitaaaaaaaaaaria vaca cubana”
Todos éstos
temas fueron y son aún hoy grandes éxitos. Hasta el menos redondo conoce rocanroles como “Masacre en el Puticlub”,
“Noticias de ayer”, “Aquella solitaria vaca cubana”, “Todo preso es político”, “Vencedores
vencidos” (revercionado en el disco “Intérpretes” por Hermética), “Vamos las bandas”, “Ella
debe estar tan linda” y "Todo un palo". Todo un álbum rocanrolero que hasta hoy suena como novedad.
Como siempre
la negra Poly encargada de la burocracia, y el siempre fiel Rocambole en la realización de los dibujos y el diseño gráfico.
La idea gráfica le corresponde a Marilú Cohen.
El ‘89 llegó con nuevo disco. Lo grabaron entre febrero y marzo en “Del Cielito
Records”. Como invitado en "La parabellum del buen psicópata" tocó los teclados Rick Anna.
Un manojo de poesías con
posibilidad de múltiples interpretaciones, guitarras agudísimas y un sonido tan... No sé; puede que brillante, llamémoslo
rockero, o mejor aún no lo rotulemos, digamos que es un disco hermoso de puro rock para los dientes (y bien apretados).
Estamos
hablando de “¡Bang! ¡Bang!!... Estás liquidado” más conocido por “Bang Bang”. Éste álbum es un anuncio
de lo que vendría en dos años: un disco semejante pero mucho más cuidado en su sonido. Si bien todo el álbum es un placer
que dura poco más de media hora, hay una canción que devora al resto de ésta obra, e incluso parece que hiriera al Indio al
final cual viuda negra mata a su amante; es ese tema que termina desgarrándonos a todos y que se escapa como alguien que se
va para siempre y que culmina así ... “metió metió mi rock and roll ...bajo este puuuuulso”
Entre el ‘89 y ‘90 hicieron tres presentaciones. Tocaron en “Estadio Obras
Sanitarias” colmado de ricoteros, Skylab (donde interpretan el Himno nacional argentino) y en un recital en la ciudad
de La Plata.
Ésta claro que ya era imposible tocar en las pequeñas roquerías de hacía 6 o 7 años donde dieron los primeros
pasos.
La página más triste de la biografía redonda es la que ilustra al año 1991...
En abril la policía detiene por averiguación de antecedentes a Walter Bulacio a la salida
del Estadio Obras Sanitarias. Víctima de los golpes recibidos por el personal policial, muere a los cinco días en el Sanatorio
Mitre con sólo 17 años de edad.
Se sabe que esa noche fue insuficiente la seguridad a cargo de los Redondos, quienes escatimaron
al máximo los gastos.
Siendo que los Redondos son más que una banda de rock and roll un verdadero fenómeno social que impulsa
masas; fue de extrañar la indiferencia con la que cubrieron el caso Bulacio.
Tampoco hay que olvidar esas noches en las
que el Indio dedicaba a “La platea de más arriba” algún rock and roll.
Pero todo esto pasó; y ese mismo año llegó “La mosca y la sopa” un muy buen
disco que siguió la tónica rockera de “Bang Bang”, aunque, como antes dijimos, más cuidado en sonidos, lo que
lo hace impecable.
Vuelve Lito Vitale como invitado a grabar el piano para “Blues de la artillería”.
Fue
un disco muy vendido, muy escuchado y un verdadero éxito también en lo comercial que los llevó a despegar del grueso de las
bandas.
Los seguidores eran como los de un equipo de fútbol que fieles y apasionados son capaces
de dejar cualquier cosa por seguirlos donde sea.
Éste año siguen con recitales en Balcarce, Florencio Varela, en Autopista Center (para unas
20000 almas) y el trágico Obras.
En 1992 editan “En Directo”, el primer disco en vivo de la banda. Hacen presentaciones
importantes en el Teatro Atenas de La Plata y en el microestadio Lanús en mayo.
Llegó el primer disco doble “Lobo suelto Cordero atado” que fue la palanca que
los impulsó a llenar grandes estadios. Son 25 canciones que se hicieron, en su mayoría, muy populares.
Lobo suelto Cordero
atado fue el primer doble de los Redondos. Lo grabaron en Del Cielito Records de marzo a julio de 1993. Además de Semilla,
Walter, Skay, Sergio y el Indio, estuvieron invitados a grabar esta obra doble Sergio Poli en violín y Guillermo Piccolini
en los teclados.
Y llegaron los estadios. En noviembre tocaron dos fechas consecutivas en el Estadio de Huracán
a donde llegaron 60000 ricoteros sedientos de Rock and Roll.
La quema ardió: durante la presentación del sábado ardieron
los cobertores del césped que fueron arrancados y agrupados para hacer grandes fogatas, tras la frase del Indio... “el
único ejercicio que hice en mi vida fue destapar botellas”... De esto no se habló; pero el humo se embolsó y se hacía
muy difícil respirar entre los cánticos y el plástico quemado.
Terminan el ’93 con una presentación en la Sociedad
Rural de Rosario el 10 de diciembre.
En mayo de 1994 vuelven a Huracán, fueron nada menos que 40000 los ricoteros que ni dudaron
en hacerle el aguante a la banda más importante que dio el Rock Argentino. Ni siquiera el regreso de The Ramones, que se presentaba
esa noche, opaco el metálico brillo que los Redondos siempre sacan del bolsillo.
Durante el ‘94, ‘95 y ’96 Se encuentran con grandes problemas para tocar
en Capital Federal, lo que los lleva a girar por el interior del país, fundamentalmente por Santa Fe y Buenos Aires. Se presentaron
al menos cuatro veces en Mar del Plata. Tocaron en Go! Disco y en el Polideportivo. Cosa extraña para la banda tocar tan seguido
en la misma ciudad después de los ‘80.
1996 fue un año de gira por el interior del país y con un flamante y más que esperado disco
“Luzbelito”.
Éste disco tiene "Juguetes perdidos", el tema que los Redonditos dedicaron a sus fieles seguidores.
Podría
decirse que es “el regreso a Oktubre”, en cuanto a lo cerrado, a lo obscuro.
Éste álbum es el pilar de una
seguidilla de discos un tanto más siniestros.
La presentación de “Luzbelito” la dan en Villa María, Córdoba, y en Unión de
Santa Fe para también cerrar el año.
El ‘97 sigue con actuaciones en Mar del Plata y Tandil entre otras.
Son años de penumbras. Un misterio envuelve a los Redondos de fin de siglo. Nubes negras
que anticipan que algo cambió.
La banda que despotricó contra la modernidad de algunos grupos que ya desde principios de
los ‘80 utilizaban la electrónica como instrumento para hacer música, incursiona en el ‘98 en la utilización de
las ventajas que ofrecen los samplers y las computadoras.
Comienza entonces una nueva etapa.
No todos los ricoteros
soportaron la idea de un disco con tantos recursos electrónicos.
Ésta incompatibilidad entre algunos seguidores y los mismos
Redonditos sigue aún vigente. Otros, en cambio, son capaces de resistir cualquier cosa que mande la Banda más grande del país.
Llega entonces en el ‘98, “Último bondi a Finesterre”. Es el disco que
marca el comienzo de ésta nueva etapa y marca también decepciones en un público que nunca dejó de ser fiel.
La casi ruptura
de éste enlace encuentra acuerdo en las dos presentaciones que la banda ofreció en Racing Club y la alternada gira por el
interior que incluye Villa María y Mar del Plata nuevamente.
Si me piden algún tema para rescatar podría decir que casi no lo escuché, pero “La
pequeña novia del carioca” puede ser un gran tema.
Año 2000. Llega “Momo Sampler” que sigue una tónica mucho más parecida a “Último
bondi a Finesterre” que a “Bang Bang” o por ejemplo “Oktubre”.
Surgen rumores de separación
y, en abril, hacen dos presentaciones seguidas en River Plate, en una noche de cristal que se hizo añicos, que trajeron de
regreso al pogo más grande del mundo a Capital Federal.
El 2001 los encuentra ocupados dando recitales en Uruguay durante abril y en agosto en Chateau
Carreras de Córdoba entre otras presentaciones.
Hoy, los Redonditos están distanciados. Pero es obvio que nos dejaron mucho más que sus
discos. Nos dejaron una forma de pensar y mucho para imaginar.
Conclusión:
No podemos encerrar a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en una celda denominada “Banda
de Rock”; porque definitivamente no lo es.
Es un grupo de artistas sumamente inteligentes que supieron elegir un
sector de nuestra sociedad para ser sus representantes. A pesar de ser ellos de calaña pudiente y de mucha preparación.
Hay
que destacar que no cualquiera sabe interpretar como el trío “Solari, Beilinson, Poly” las necesidades de la gente
que habita fuera de su burbuja triangular.
Nos queda como legado un puñado de grandes discos; canciones hermosas, la voz tan áspera
del Indio perforando nuestro cerebro, y la prodigiosa guitarra de Skay dando el lustre final a la poesía metafórica y tan
bella que en más de 20 años fueron plasmadas en tantas almas con corazón ricotero.
Serán siempre los Redondos un movimiento artístico tan popular como intrincado y único.
En
lo personal: Gracias por tanta música y darme la posibilidad de tener otros puntos de vista.
Discografía
GULP! (1985)
OKTUBRE (1986)
UN BAION PARA EL OJO IDIOTA (1987)
BANG! BANG! ESTAS
LIQUIDADO...(1989)
LA MOSCA Y LA SOPA (1991)
"EN DIRECTO" 1992
LOBO SUELTO - CORDERO ATADO(1993)
LUZBELITO (1996)
ULTIMO
BONDI A FINISTERRE (1998)
MOMO SAMPLER (2000)